A partir del mes de julio de 2022 se implementó casi de forma generalizada el uso de la factura electrónica en Guatemala (sistema FEL) y con ello se han observado cambios importantes en la forma en que la SAT está enfocando sus auditorías. Como parte de ello, recientemente la misma SAT presentó ante la comunidad de negocios su nuevo sistema de auditoría basada en riesgos junto con los recursos tecnológicos que ahora cuenta para fiscalizar las operaciones de los contribuyentes. Pues no es un “secreto de Estado” que el objetivo principal de todo este esfuerzo e implementación de sistemas tecnológicos es para incrementar la recaudación tributaria.
De esa cuenta en los últimos meses hemos visto cómo SAT está cambiando su forma de auditar, solicitando a los contribuyentes auditados la entrega de información en formato de Texto Plano Delimitado por Tabulador (TAB) con el propósito de utilizar sus herramientas tecnológicas para auditar las operaciones del contribuyente en una forma más efectiva y pronta.
Por otra parte, también se ha observado que SAT utiliza la información obtenida por el sistema FEL para:
1. Hacer cruces de información entre los reportado en las declaraciones de impuestos, lo que se tiene en FEL y la información que proporcionan otros entes gubernamentales (IGSS, Registro de la Propiedad, por ejemplo) con el propósito de identificar posibles inconsistencias en la información y que deriven en determinar posibles omisiones de impuestos.
2. Comparar la relación entre las compras de bienes y servicios realizadas con determinado NIT y analizar si son congruentes con el nivel de ingresos que dicho NIT reporta. Se han observado casos de personas individuales a quienes SAT notifica la existencia de una supuesta actividad económica e invita a la persona a inscribirse como contribuyente o a explicar el por qué sus ingresos reportados no son congruentes con el nivel de compras.
3. Están enviando cuestionarios a las empresas y solicitando hacer una visita física a las instalaciones para conocer con mayor detalle las operaciones que realizan determinados contribuyentes.
Todo lo anterior tiene un común denominador, el sistema FEL y la información que proporciona y que puede dar indicios a las autoridades sobre posibles omisiones en el pago de impuestos. Y esto es solo el principio, el abanico de posibilidades se abre tremendamente a medida que la tecnología va cambiando y se hace uso de la misma.
¿Qué viene a futuro?
Desde finales del año 2022 SAT ha estado impulsando un proyecto de reformas a las leyes fiscales que entre otras cosas contempla lo siguiente:
1. Uso de un buzón fiscal. Esto significa que la comunicación entre SAT y los contribuyentes sería electrónica por medio de la agencia virtual, por lo que las notificaciones y requerimientos de información serían casi inmediatos.
2. Contabilidad Electrónica, Se estaría requiriendo que los contribuyentes ingresen su contabilidad en aplicaciones dentro de su agencia virtual. Con esto, SAT tendría completo control en tiempo real de las operaciones que realizan las empresas y como las mismas son reportadas en los registros contables y las declaraciones de impuestos.
Todas estas iniciativas de utilizar la tecnología para el mejor control y recaudo de los impuestos son de aplicación global, y Guatemala no es la excepción a esta regla por lo que en los próximos años veremos varias iniciativas más que vayan enfocadas en controlar las operaciones que hacen las empresas.
Si bien es cierto lo que se busca con todo esto es mayor control de los contribuyentes, transparencia, eficiencia y precisión en la determinación y correcto pago de los impuestos, no podemos dejar de lado la parte ética de cómo la Administración Tributaria va a utilizar esta información altamente sensible de los contribuyentes y que éstos estén en todo momento al tanto de dichos procesos, en los cuales deben garantizarse sus derechos, especialmente los relacionados con la justicia y equidad tributaria, el derecho de defensa y presunción de inocencia estipulados en nuestra Constitución Política.